1-Un poco de
información (inmigrantes)
Un poco de
información… Ser inmigrante significa irse a vivir a otro país para siempre. En
Europa había poco trabajo porque las máquinas reemplazaban al hombre y en
Argentina se necesitaban trabajadores. Los lugares de origen de la mayoría de
estos nuevos pobladores eran de Italia (Piamonte, Génova, Nápoles, Sicilia) y
España (Galicia, País Vasco, Asturias, Cataluña). También llegaron rusos,
franceses, polacos, sirios, armenios y del Medio Oriente.
2-Y vinieron de lejos... Las migraciones en la Argentina
Hace poco más de 100 años, millones de personas vinieron desde muy lejos para quedarse a vivir en
Los inmigrantes (así se llama a las personas que llegan a un lugar para fijar su residencia permanente y que provienen de otras ciudades, provincias o países) son una parte muy importante de nuestra historia: formaron sus propias familias, estudiaron, trabajaron durante toda su vida y ayudaron al crecimiento del país.
Hoy en día, nuestro país continúa recibiendo inmigrantes que llegan con las mismas ganas y esperanzas de aquellos que llegaron hace 100 años.
Si averiguás dentro de tu familia, vas a enterarte de que, seguramente, alguno de tus antepasados es o fue un inmigrante.
Edu.car
3-La
gran ola de inmigración europea (1880-1950)
Argentina, al igual que Australia, Canadá, Uruguay, Brasil o Estados Unidos, está considerada como un país
de inmigración, cuya
sociedad ha sido influida en buena medida por un fenómeno inmigratorio masivo,
que tuvo lugar a partir de mediados del siglo XIX.
Al igual que
en el caso de los otros países mencionados, la Argentina constituyó uno
de los principales países receptores de la gran corriente emigratoria europea,
que tuvo lugar durante el período que transcurre desde 1875 hasta 1950,
aproximadamente. El impacto de esta emigración europea transoceánica, que en América fue
muy grande, en la Argentina
fue particularmente intenso por dos motivos:
§
por la cantidad de inmigrantes
recibidos;
§
por la escasa población existente en el
territorio.
En efecto, en
el primer censo de 1869 la población argentina no alcanzaba a
2 millones de habitantes. Por otra parte, ya para 1920,
un poco más de la mitad de quienes poblaban la ciudad más grande, Buenos Aires, eran nacidos en el exterior. De
acuerdo a la estimación efectuada por Zulma
Recchini de Lattes, la población argentina, que de acuerdo al censo de 1960 era de aproximadamente 20 millones de
habitantes, si no hubiese existido el aporte de la corriente inmigratoria
proveniente de Europa, y en menor medida, la proveniente de Medio Oriente, sólo hubiera tenido para ese
entonces poco menos de 8 millones de pobladores.
4 - Adaptación de una entrevista:
Una mujer, inmigrante, costurera, argentina
Nació el día 18 de Mayo de 1923 en un pequeño pueblo
de Perugia, Italia. Llegó a la
Argentina en el año 1931 cuando apenas tenía 8 años. Viajó
desde Perugia en un buque, era su primer viaje, junto a su mamá, su papá, su
hermano y su hermana melliza. Todos viajaron en tercera clase. Venían a la Argentina con la idea de
“hacer la América ”.
Vendieron sus tierras italianas y trajeron solamente un baúl con unas pocas
cosas y la ilusión de encontrar una nueva vida.
Al llegar, como todos los inmigrantes, pararon durante
un tiempo en el Hotel de Inmigrantes y desde allí debían conseguir donde
instalarse. Ellos tenían una familia, por suerte, que los estaba esperando
cuando llegaran (tíos, tías, primos). Habían llegado al país unos años antes,
vivían en una casa linda y grande en el
barrio de Flores.
Cuenta que tuvo suerte de viajar en aquel buque,
porque muchos inmigrantes que venían viajaban “colgados” en los buques de carga
o algunos llegaron escondidos en las bodegas de los barcos.
Estuvieron un tiempo con sus parientes hasta que se
mudaron a un lugar que ya ni recuerda, pero que estaban bastante amontonados
en un cuarto con cuatro camas, donde
vivían todos juntos. Estudió en una escuela estatal con sus hermanos donde la
mitad del tiempo aprendían el idioma y la otra mitad, las nenas aprendían
labores o manualidades y los nenes aprendían trabajos varios.
Trabajó junto a su madre y su melliza como costurera
y a los nueve, diez años ya sabía tejer
con cuatro agujas.
Años después comenzó a trabajar con su hermana en
las fábricas de ropa de la elite llamadas Gath and Chaves y La Piedad , le pagaban 10 centavos actuales la hora. Su hermano, que
en la actualidad tiene noventa y dos años, trabajaba en una sastrería de ropa para hombres, su mamá
trabajaba en una fábrica de sombreros de paja llamada Bianchi, de su padre no
recuerda en qué trabajaba, pero sí recuerda que lo veía muy pocas veces.
Su melliza se llamaba Josefina y murió muy joven, sólo
tenía 19 años más o menos, por causa de una pulmonía o una gripe fuerte.
Se casó muy joven, su esposo trabajaba como traductor,
ella le enseñó muy bien el italiano, quedó viuda a los 35 años y nunca más
formó pareja.
Recuerda que cuando inmigró se estrenaba la foto en el
pasaporte, fue a un estreno de cine, y en Italia iba a un gimnasio.
También recuerda que la señora que le enseñó a tejer
y bordar tenía una larga regla de madera con la punta de metal, con la que le
pegaba en la punta de los dedos cuando tomaba las agujas de forma incorrecta.
Algunas veces la hacía arrodillar sobre
una especie de fuente grande con maíz durante una hora.
Se siente argentina más que italiana porque esta
tierra le dio de comer.
Efeméride Día del Inmigrante – Educación Primaria
Texto adaptado por la Prof. de la Iglesias , Griselda,
miembro del Equipo de Ciencias
Sociales de la DPEP , a partir de la entrevista realizada por una
alumna del ISFDyT Nº
90 de Verónica, Srta. Cecilia Silva, Año 2006.
5 - Un baúl sin fondo
Cuando uno se va de su tierra no se lleva la tierra,
la casa, los montes, los vecinos, porque no puede. No caben en los baúles que
tiene que llenar. Por eso, abre bien los ojos y se mete en ellos todo lo que puede
hasta que los ojos le duelan de tan llenos.
Después, abre el único baúl que pudo comprar y le
mete las ollas tiznadas de tantas comidas, las fuentes que una vez se lucieron
en los armarios, los viejos manteles y los nuevos también, las azadas, los yunques,
los martillos. Mete las semillas de esas flores que adornan su jardín y los
bulbos de las azucenas, porque no pueden llevar las azucenas.
Mete los sombreros y los pañuelos y esas cajitas que
guardan botones que tal vez necesite un día allá adonde va. Mete el samovar, la
paellera, el narguile, el cencerro de cobre que cuelga del cuello de la vaca,
la zampoña y todo lo que le hable de su sitio.
Y bien en el fondo, donde sólo ella o él pueda encontrarlas, guarda algunas lágrimas
saladas para llevarse también el amor por su tierra.
Efeméride Día del Inmigrante – Educación Primaria
6 - Entrenamiento de los recién llegados:
“La vida en el Hotel de Inmigrantes era rutinaria: las celadoras se ocupaban de despertar a los
huéspedes a la mañana bien temprano. El desayuno era colectivo y, luego las
mujeres lavaban la ropa en los lavaderos donde había dos o tres grandes
piletones. Mientras las mujeres hacían sus tareas y cuidaban a los niños, los
hombres salían en busca de trabajo. Iban a las oficinas de colocación y presentaban sus papeles. Como la
cantidad de habitaciones del hotel era inmensa, se hacía necesario organizar
turnos para el servicio de comedor. Cada turno recibía a 1000 personas. A las
tres de la tarde se les daba la merienda a los niños y recién a partir de las
siete se podía entrar a los dormitorios. En el Hotel, los hombres aprendían el
uso de maquinarias agrícolas y a las mujeres se les enseñaban labores
domésticas”
Alonso María Cristina, Pasut Marta “Historias de
Inmigrantes”, Editorial Homo Sapiens. 2005.
7-
Testimonio
. “(…) en un buque, era su primer viaje, junto a su
mamá, su papá, su hermano y su hermana melliza. Todos viajaron en tercera
clase. Venían a la Argentina
con la idea de ‘hacer la
América ’. Vendieron sus tierras italianas y trajeron
solamente un baúl con unas pocas cosas y la ilusión de encontrar una nueva
vida.
Al llegar, como todos los inmigrantes, pararon durante
un tiempo en el Hotel de Inmigrantes y desde allí debían conseguir donde
instalarse. Ellos tenían una familia, por suerte, que los estaba esperando
cuando llegaran (tíos, tías, primos). Habían llegado al país unos años antes,
vivían en una casa linda y grande en el barrio de
Flores (…)”
Della
Porta, Patricia; Gómes, María José; Lodos, Viviana; Mari, Cristina, La Historia del Club Morón,
su ciudad y su gente. Haedo, Gráfica Jurman, 1998, pp.22-26.
Ibídem. Aclaración: subdividimos el texto con
distintos recuadros para trabajarlo en forma articulada con
la entrevista que presentamos en la Propuesta de enseñanza
para Primer Ciclo.
Cortés,
Conde y Gallo, Ezequiel, La República Conservadora. Buenos Aires,
Hypanoamérica, 1986.
8- Fragmento:
Los extranjeros llegaron a nuestro país a causa de
políticas impulsadas desde el Estado para garantizar la mano de obra. La
inmigración se fue ampliando en las
siguientes décadas, sobre todo con italianos y españoles, siendo menor la
llegada de franceses, alemanes e ingleses. En el caso particular de estos
últimos, generalmente se instalaban en nuestro territorio representando a las
compañías británicas.
En cuanto a lo ocupacional, por la imposibilidad del
acceso a la tierra, el polo de atracción fue la ciudad. Los inmigrantes, y
algunos criollos, desempeñaron actividades no calificadas: una minoría, como
artesanos; la mayoría como jornaleros y peones. Sin contar Buenos Aires en esta
época con una importante industria, se desarrollaron pequeños talleres - las
empresas familiares- siendo otra fuente de trabajo las obras públicas”.
9-Párrafo extractado de una entrevista:
“(…) Trabajó junto a su madre y su melliza como
costurera y a los nueve, diez años ya sabía tejer con cuatro agujas.
Años después comenzó a trabajar con su hermana en las
fábricas de ropa de la elite llamadas Gath and Chaves y La Piedad , le pagaban 10
centavos actuales la hora. Su hermano, que en la actualidad tiene noventa y dos
años, trabajaba en una sastrería de ropa para hombres, su mamá trabajaba en una
fábrica de sombreros de paja llamada
Bianchi, de su padre no recuerda en qué
trabajaba, pero sí recuerda que lo veía
muy pocas veces”.
10- Gath and Chaves
Lorenzo Chaves y el inglés Alfredo Gath fundaron en
1883 un taller de confección y de venta de ropas de caballeros confeccionados
con telas inglesas en la actual calle San Martín 569, dos años después el local
se había trasladado y creció incorporando un
sector de ropa femenina que cerró sus puertas en
1974.
Gath
y Chaves, tienda reconocida de la época situada en la Ciudad de Buenos Aires.
11 - Imágenes publicitarias como por ejemplo las
que se presentan a continuación y establecer por qué dice el relato “fábrica de
ropa de la elite”.
Qué bueno! Qué material interesante Silvina!
ResponderEliminarsi la verdad que es mucho mas significativo para los nenes trabajar con las entrevistas y testimonios. En la unidad se observaron muchísimas mas imágenes, fotografías y de cada texto se trabajó mucho tanto en ciencias sociales como en prácticas del lenguaje y como finalidad o producto del proyecto realizaron ellos mismos una entrevista a un papá inmigrante de Bolivia. Hermoso proyecto y los nenes muy entusiasmados.
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